martes, 7 de septiembre de 2010

FRAN VACAS: LA FUERZA DE UN FENOMENAL CICLISTA, LA GENEROSIDAD DE UN GRAN HOMBRE.

PEDRO JOSÉ CABEZAS, desde Villanueva de Córdoba.

El domingo, día 29 de agosto, Fran Vacas, al entrar feliz y satisfecho en Villanueva de Córdoba, de donde partiera cinco jornadas antes, puso punto y final a la increíble proeza de darle la vuelta a Andalucía, montado en su bicicleta, en este corto periodo de tiempo, impulsado, lo más importante de todo, por la noble causa de recoger fondos para ANDEX, la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía.
Para recibirlo, así como cuando salió de Villanueva de Córdoba, había un nutrido grupo de personas al frente de las cuales se encontraba la alcaldesa, Dolores Sánchez, quien a poco de llegar a Villanueva de Córdoba con la misión cumplida, invitó al ciclista a entrar en el Ayuntamiento en cuyo salón de plenos se celebró una rueda de prensa con los micrófonos de Radio Luna presentes y con las pertinentes y acertadas preguntas de Juan Mohedano, director de la citada emisora, como colofón informativo de lo que ha sido una hazaña deportiva digna de todos los elogios, pero no la única de las muchas que lleva realizadas este magnífico ciclista en su ya amplio palmarés.
En declaraciones a Radio Luna, Punto Radio, la Cadena SER y la Comunidad Ciclista, Fran Vacas ha afirmado que tanto su equipo como él mismo han demostrado que no es necesario irse al Tibet para disfrutar de una aventura ciclista y que Andalucía es un escenario perfecto.
No voy a reseñar, por la brevedad a que está obligada toda crónica, la cantidad de vicisitudes y penalidades que ha tenido que soportar Fran Vacas en estos cinco días, pero sí señalar que han sido variadas y numerosas, desde la falta de sueño (las primeras 48 horas las pasó sin dormir y después lo ha hecho de tarde en tarde, a escasos intervalos de dos horas), pasando por la salida de cadena nada más empezar, continuando con la avería del coche de apoyo que acompañaba a Fran, por lo que tuvo que rodar cuatro horas en solitario (graves problemas de insolación), siguiendo con algunos trastornos de estómago para finalizar con la lógica deshidratación que ocasiona rodar en bicicleta día y noche por las carreteras andaluzas con las temperaturas estivales. Baste el dato de que cada media hora le echaban un bidón de 5 litros de agua para refrescarle sin quitarse la ropa.
Citaré algunos de los sitios, ciudades y pueblos de Andalucía, por donde han visto pasar a Fran Vacas en pleno esfuerzo por conseguir un objetivo, el de lograr fondos para la Asociación ANDEX, que felizmente se ha cumplido: Villanueva de Córdoba, Alanís, Lepe, Almonte, Sevilla, Dos Hermanas, Los Palacios, Villafranca, Tarifa, Algeciras, Estepona, Marbella, Fuengirola, Torremolinos, Málaga, Nerja, Almuñécar, Salobreña, Castell de Ferro, Adra, Almería, Guadix, Baza, Quesada, Torreperogil, Linares, Jabalquinto, Mengíbar, Arjona, Bujalance, Montoro y regreso a Villanueva de Córdoba.
Como escribo más arriba, se haría interminable el artículo si narráramos todas las peripecias vividas por Fran Vacas en esta loable y mítica Vuelta a Andalucía, pero no haríamos honor y justicia a este soberbio deportista si no destacáramos sus más que probados valores morales y sentimientos humanitarios y altruistas. De este modo, todos los fondos recaudados con esta prueba ciclista irán a parar a ANDEX, la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía.
El lunes, 13 de septiembre, está previsto que Fran Vacas se traslade desde Madrid, su lugar de residencia, hasta Sevilla para recibir el cálido y merecido homenaje de ANDEX. El cheque bancario con el dinero recaudado ya obra en poder de esta Asociación.
Fran Vacas lo ha vuelto a conseguir, y sus padres, Juan y Micaela, naturales de Villanueva de Córdoba, se muestran orgullosos de este nuevo logro de su hijo. El pueblo entero admira los hermosos atributos morales y humanos de que está revestido este espléndido deportista. Enhorabuena Fran. Los éxitos deportivos no se consiguen sin emplear “tus tres mágicas ‘ C ‘: Cabeza, Calma, Corazón”.
La última “C”, la referente al corazón, la reflejas magníficamente en cada pedalada, en cada tramo de la carretera y, sobre todo, en la generosidad de que haces gala contribuyendo a paliar, con tu encomiable esfuerzo, el sufrimiento de los demás.

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